Muchas veces le hacemos un gran favor a
los inmorales, al crimen, a la delincuencia y a la violencia
compartiendo sus informaciones, fotos y videos. A veces, queriendo
informar nos convertimos en promotores del mal, por no hacerlo con
entendimiento, y terminamos siendo morbosos tal vez sin la intención
de serlo.
Hay informaciones, sobre todo de
tragedias, que pueden ser compartidas, pero las imágenes son dañinas
e hirientes a la familia de la victima y al publico.
Algunas informaciones no aprovechan de
nada, porque solo son puro sensacionalismo.
A veces afectamos la fe y la reputación queriendo
denunciar a algún líder religioso o persona que presumiblemente es falso,
pero del cual no tenemos información acabada, si no solo lo que anda
de boca en boca o de pagina en pagina.
Se utilizan con frecuencia imágenes de referencia de
personas inocentes para hacer burlas, a veces solo con ciertos tonos
de humor, pero que pueden herir profundamente la sensibilidad humana
(a veces de un enfermo) o la memoria de un fallecido delante de sus
familiares y amigos.
Hay muchas denuncias hechas con
imágenes, de supuestos delincuentes, de supuestos enfermos pidiendo
like de compasión, de rostros golpeados, etc. que solo son trampas
para promover paginas o productos.
Claro, no todo es falso, pero hay que
ser sabios y amantes de la verdad, y no dejar que las emociones nos
confundan.
Antes de publicar, dar me gusta o
compartir asegúrese de que sea verdad, que no es sensacionalismo y
que no afecta la sensibilidad de algún indefenso.
No le de publicidad a lo malo, dañino,
negativo, ofensivo; comparta contenido bueno, positivo, saludable, apto para
todo publico.
La Biblia dice: Del fruto de la
boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del
producto de sus labios. La muerte y la vida están en poder de
la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos (Proverbios
18:20-21). O sea, tenemos que cuidar lo que decimos, sea hablando o
escribiendo.
Debemos volver a la oración del
salmista: Pon guarda a mi boca, oh Jehová;
Guarda la puerta de mis labios (Salmos
141:3).
Que El Señor nos ayude a ser
prudentes, no solo de labios y de boca, si no manos y de dedos a la
hora de escribir, publicar, compartir o darle a "me gusta".
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