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Mostrando entradas de octubre, 2015

La oración

El relato en los primeros capítulos de Génesis nos cuenta que Dios no sólo creó al ser humano a su propia imagen y semejanza (de Dios), sino que se paseaba a diario con los humanos, aparentemente disfrutando de su compañía y conversación. Parece ser que esto le resultaba importante a Dios: poder oír las voces de los humanos que se dirigían a él con total confianza, contándole las diversas experiencias vividas durante el día, los descubrimientos realizados y las ocurrencias de sus mentes. Pero un día Dios vino como siempre a la cita diaria y ellos no estaban allí esperándole con su natural y regular gozo cálido e inocente. —¡Adán! ¿Dónde estás? —Oí tu voz en el huerto y tuve miedo, porque estoy desnudo, y me escondí. No me cabe duda de que Dios sigue fiel, asistiendo día tras día al encuentro con los humanos, deseando hoy también cada día escuchar nuestras voces y oírnos. Oír ya no solamente acerca de nuestras experiencias de gozo y descubrimiento y las ocurrencias de nues