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Dentro de la inmensidad de cosas provechosas que leemos en la biblia encontramos: “ Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (filipenses 4.8).   Tal vez usted no ha analizado nunca que es lo primero que hace en el día, pero el ritmo de la vida comienza su día al despertar y de inmediato se activa nuestra mente.                                                                                                        Se nos hace un tanto complicado en nuestra condición humana recibir el orden de los pensamientos, que no van desde nosotros, si no hacia nosotros. Nuestra mente  es  receptora de elementos del ambiente; es el punto de entendimiento donde se forman y relacionan las ideas.  Es muy  difícil para el más puro pensar lo más impuro, pero esta es la realidad en un ambiente en el que pasea nuestra mente, encontrá

A Dios nada lo toma por sorpresa. En cambio nosotros, con regularidad vemos lo que acontece como casualidad. Los planes de Dios son perfectos, a ninguno de ellos le falta sentido ni caerán por tierra. A nosotros nos llega un año nuevo, por ejemplo, que no es más que una nueva forma de colocar o de ver la fecha en el calendario; hacemos promesas, apuntes, presentamos deseos en oración, etc. Y todo esto es bueno. Pero algo no bueno nos acontece, y es que ignoramos que necesariamente tenemos que ajustarnos a la agenda segura que Dios a planeado pensando en nosotros. Que Dios nos ayude a no hacer una oración ligera, si no aquella a la cual estemos ligados estrechamente en espíritu. Que no oremos   como quien toma a Dios por el cuello para que deje que las cosas sucedan, si no que nuestra mentalidad este conectada a los planes de Dios. Las bendiciones vienen de arriba, pero la biblia dice:  “Para el que cree todo es posible” (Marcos 9.23). También dice:  “ y todo lo que atares en la

Otra vez comenzamos desde uno en el calendario. Tener pendientes los días y los tiempos en sentido general nos puede beneficiar partir de la reflexión a la que nos motiva la llegada de un nuevo año. Podemos pasar revista y meditar en las cosas que eran nuestro deber y por alguna razón no cumplimos en el año que paso.  Tenemos también por delante la oportunidad de renovar la agenda y colocar en ella con cálculos fríos los proyectos que estemos listos para emprender.  Es como si juntamente con el conteo de los días comenzáramos desde cero.  La idea, entonces es vivir como que acabamos de nacer, Amar como quien estrena el corazón, Trabajar con el entusiasmo del que usa herramientas nuevas, Orar con la mente renovada, Utilizar nuestras manos para compartir, ayudar como quien acaba de aprender a hacerlo, y cantar a Dios nueva canción. La biblia dice: “enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría” (Salmo 90. 12). Esta petición de moisés denota una nec